Pals es uno de los pueblos medievales con más encanto de Catalunya, un lugar que cautiva por su belleza y su rico legado histórico. Situado a tan solo 5 km de la Costa Brava, este enclave es una parada imprescindible para quienes desean descubrir la esencia del Empordà.

Su casco antiguo, perfectamente conservado, está formado por un laberinto de calles estrechas y empedradas, casas de piedra y edificios de gran valor arquitectónico. Entre sus joyas destacan la Torre de las Horas, una antigua torre de vigilancia del siglo XI desde la que se obtienen algunas de las vistas más espectaculares de la comarca, y la Iglesia de Sant Pere, una imponente construcción románica con una majestuosa torre campanario.

Pals es una invitación a viajar en el tiempo, a pasear sin prisa y a dejarse sorprender por cada rincón.